domingo, 17 de octubre de 2021

El rayo de luna

 

Gustavo Adolfo Bécquer

Como poeta y narrador español, Gustavo Adolfo Bécquer se establece como el máximo representante de la poesía posromántica y asimismo, como uno de los poetas más trascendentes del siglo XIX

Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida conocido por su nombre artístico Gustavo Adolfo Bécquer. La familia paterna de José, eran nobles de origen flamenco, que comerciaban desde la capital de Andalucía. Estos parientes eran de apellido Becker o Bécquer y de ahí surge el uso del apellido, por parte del padre y los dos hijos.

Nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836 y, cuando apenas tenía cinco años, murió su padre y, cuando tenía once, murió su madre. El joven Bécquer estudió en el colegio de San Telmo en condición de pobre, aunque su familia fuese noble. Su tío Joaquín Domínguez Becquer, importante pintor sevillano, como lo fue su padre, se hizo cargo de los hermanos.

Su educación literaria, fue clasicista con especial aprecio a los poetas latinos y españoles del Siglo de Oro: Fray Luis de León, Herrera o Rioja. Asimismo, se unía una inclinación prerromántica hacia lo sublime a la manera de Young, Rousseau o Chateaubriand.

En octubre de 1854 se trasladó a Madrid, donde sufrió penalidades económicas hasta que en 1860 Rodríguez Correa le consiguió un empleo fijo de redactor en un El Contemporáneo. En 1857 emprendió una obra importante, la Historia de los Templos de España, se trataba, de estudiar el arte cristiano español uniendo el pensamiento religioso, la arquitectura y la historia. Además, para ganar algún dinero escribió, comedias y zarzuelas como La novia y el pantalón (1856) La venta encantada, basada en el Quijote.

Bécquer se casó en 1861 con Casta Esteban y Navarro. En esta época el poeta publicó la mayoría de sus rimas y leyendas y se hizo un nombre, además de poder mantener una familia con hijos. La popularidad de Bécquer iría en aumento, así como su fama como "contador" de leyendas. En su obra más importante, Rimas y Leyendas, el autor andaluz plasmará su pasión por los temas misteriosos y esotéricos. En 1868 se separó de su esposa, y perdió, con la revolución liberal, su puesto oficial.

En 1870, Valeriano, su querido hermano, enfermó gravemente y murió el 23 de septiembre. El impacto fue tan terrible para Gustavo Adolfo que cayó en una profunda depresión de la que no se recuperaría. Ese mismo año, Gustavo Adolfo Bécquer,  murió a causa de una tuberculosis. Su cuerpo fue enterrado al día siguiente en Madrid y posteriormente fue trasladado a su Sevilla natal donde reposa junto a su hermano Valeriano, a quien tanto amó.

Sus rimas y poesías fueron compiladas y publicadas póstumamente por sus amigos. Gustavo Adolfo Bécquer, fue no solo un gran poeta, sino también prosista. Sus Rimas se encuadran dentro de dos corrientes heredadas del Romanticismo: la revalorización de la poesía popular y la llamada estética del sentimiento.

 

El rayo de luna de Gustavo Adolfo Bécquer

Este cuento para adultos es uno de los mejores cuentos que he escuchado. La gran sensibilidad de este autor, su riqueza expresiva y con una gran capacidad para atrapar los sentimientos en palabras y encerrarlos en un lugar atemporal. 

Este cuento tiene una gran moraleja, El rayo de luna simboliza lo abstracto y por lo tanto lo  inalcanzable. Simboliza los sueños, no sólo porque seguramente no se harán realidad sino porque los sueños tienen lugar en la noche, y la luna sólo se puede ver claramente en la noche. Asimismo, lo he escogido como cuento para dormir, puesto que la gran sensibilidad que refleja este cuento, también nos puede relajar.

Espero que te guste y si quieres escuchar otro cuento con moraleja, te invito a escuchar Cuentos cortos de Kafka



 

 


viernes, 8 de octubre de 2021

El vuelo de los cóndores de Abraham Valdelomar

 

El mejor cuentista de Perú

Pedro Abraham Valdelomar Pinto (Ica, 27 de abril de 1888-Ayacucho, 3 de noviembre de  1919)  fue un  narrador,  poeta,  periodista,  dibujante,  ensayista  y  dramaturgo  peruano, hoy considerado el mejor cuentista de Perú. Le otorgó buena fama como literato mucho antes de acabar sus estudios universitarios. Sus cuentos se publicaron en revistas y periódicos de la época, y en ellos se encuentran los primeros 18 testimonios del cuento neocriollo  peruano,  de  rasgos  posmodernistas,  que marcaron  el  punto  de  partida  de  la  narrativa  moderna  del  Perú.  Pese a que su tránsito por este mundo fue muy corto,

Pedro Abraham Valdelomar y Pinto, nombre completo de este escritor iqueño, estudió la secundaria en el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe, en Lima. Luego, al paso de algunos años, en abril de 1905, se matriculó en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Con 19 años Abraham Valdelomar publicó sus primeros versos. Tras decidir abandonar sus estudios, la precocidad en los escritos de Abraham Valdelomar, la formación dejó de interesarle cuando descubrió el amplio horizonte que se abría ante él como narrador, cuentista, dibujante, ilustrador y periodista. Ese mismo año el joven escritor también publicó sus primeros cuentos en las revistas. Además, fue igual de creador a la hora de escribir que de fundar publicaciones, especialmente revistas. Tampoco se mantuvo al margen de la política y su vida personal y su trabajo fueran alabados y atacados casi a partes iguales. Fue una persona desafiante, al estilo de Oscar Wilde, a quien seguramente quiso imitar.

Otro hecho que cambió su vida ocurrió en 1913, cuando fue nombrado segundo secretario de la delegación diplomática de Perú en Italia. Su estancia en Roma la aprovechó para escribir una serie de artículos. Sin embargo, lo más importante de su estancia en Italia fue su participación en un concurso literario con el cuento ‘El Caballero Carmelo’, que resultó ganador, a principios de 1914. Regresó a Lima, donde hasta sufrió una detención acusado de conspiración contra el nuevo gobierno.

Posteriormente, colaboró sobre todo con el diario ‘La Prensa’, donde estuvo al frente de la sección política ‘Palabras’ y se hizo conocido por el seudónimo de ‘El Conde de Lemos’. También publicó en el diario limeño sus crónicas tituladas ‘Impresiones’; la columna irónica. A pesar, de la fama, fue siempre una persona humilde, con una gran sensibilidad, tal y como supo trasladar en sus obras. Sin embargo, él mismo explicaba que la razón de su actitud arrogante y provocadora era para que todos, en especial la alta sociedad limeña, prestaran atención a un escritor provinciano como él. Abraham Valdelomar abanderó el tránsito definitivo del modernismo a las vanguardias y por eso es considerado, uno de los forjadores de la literatura peruana contemporánea.

El 1 de noviembre de 1919, con 31 años, Abraham Valdelomar sufrió un accidente, una grave caída desde una altura considerable y con graves daños en la columna vertebral, a consecuencia de la cual murió al cabo de dos días, el 3 de noviembre. Fue un animador cultural del postmodernismo peruano con un gran talento polifacético, un poeta prevanguardista, agudo ensayista, dramaturgo frustrado y, sobre todo, un cuentista versátil y sumamente expresivo orientándose hacia una narrativa genuinamente peruana.

Cuento peruano para adultos

He escogido, para esta ocasión, El vuelo de los cóndores, y si te gustan los cuentos, te recomiendo escuchar tres cuentos peruanos para adultos. 

 

 

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