Mostrando entradas con la etiqueta Teresa Wilms Montt. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Teresa Wilms Montt. Mostrar todas las entradas

viernes, 19 de noviembre de 2021

Poemas de Teresa Wilms Montt

 

Una mujer valiente

Después de haber conocido la biografía de  esta escritora me ha fascinado su valentía, su rebeldía y sus obras y, por lo visto, no soy la única. Se hizo una película y, recientemente, se incluyó su vida en el libro Los Malditos, con un perfil escrito por Alejandra Costamagna, puesto que su vida parece sacada de una novela. 

 

Aunque Teresa Wilms Montt nació en una familia acomodada, su infancia no fue sencilla. Era desobediente, solitaria y muy lectora. Además, estaba lejos de cumplir con las expectativas de su madre y de la sociedad de ese momento, porque se la consideraba poco femenina. Se casó muy joven y descubrió que su esposo era celoso y violento. Comenzó una aventura con Vicente Balmaceda, primo de su esposo y, en 1915, es descubierta, acusada de adulterio e internada en un convento. Después de 8 meses de reclusión, el poeta Vicente Huidobro la ayuda a escapar disfrazándola de viuda y es en Bueno Aires donde Teresa se hace un nombre en las letras

 

En 1917 publica su primer libro Inquietudes sentimentales y la crítica aplaudió su prosa poética alzándola como la figura literaria del momento. Entonces sucedió uno de los episodios que marcaron la vida de la escritora. Un joven al que bautizó como Anuarí se enamoró perdidamente de ella y al no ser correspondido como él esperaba, se suicidó delante de la escritora. Tras este hecho, Teresa sintió que necesitaba huir y cambiar radicalmente de vida. Se subió a un barco rumbo a Nueva York para hacer prácticas en un hospital de la Cruz Roja en plena Primera Guerra Mundial.

 

El primer día del año de 1918 intentó tirarse por la borda, pero un pasajero lo impidió. Nada más pisar suelo estadounidense fue detenida por la policía. Sus apellidos, el pelo rubio, los ojos azules y el hecho de viajar sola hicieron sospechar a los agentes de la policía estadounidense de que se encontraban frente a una espía alemana. La retuvieron dos días en Ellis Island y, en esas 48 horas, fueron suficientes para darse cuenta de que no quería pasar ni un minuto más en ese país.  Se trasladó a España, concretamente en Madrid y alcanzó gran notoriedad en los círculos bohemios.

 

En 1918 publica En la quietud del mármol, su tercer libro y, poco después, Anuarí.  Su último libro, de 1919, es Cuentos para los hombres que todavía son niños. Si quieres escuchar unos cuentos de este libro, te invito a escuchar Cuentos chilenos.Teresa se entera de que sus hijas vivirán en París con su abuelo al que destinan allí y rápidamente se muda a Francia para poder verlas. Se halla de nuevo en el epicentro de las vanguardias, aunque lo que la mantiene viva es la ilusión de los encuentros semanales con sus hijas, pero tras la partida de ellas a Chile, enfermó gravemente. El 22 de diciembre de 1921 ingiere un frasco de veronal y fallece dos días después en el hospital Laënnec de París. Tenía solo 28 años y un pasado lo suficiente extraordinario (y escrito por ella) como para alimentar su mito que sigue vivo.

En la revista argentina «Nosotros», de la que había sido colaboradora, están las últimas palabras que escribió: «Nada tengo, nada dejo, nada pido. Desnuda como nací me voy, tan ignorante de lo que en el mundo había. Sufrí y es el único bagaje que admite la barca que lleva al olvido».

 

Poemas

Para contextualizar, es importante mencionar que, a principios del siglo XX, la producción intelectual de las mujeres no estaba reconocida social ni académicamente. Fue una mujer valiente, que luchó por los derechos de la mujer y dejó un legado precioso a través de su vida literaria influenciada por las revueltas sociales de cada contexto que vivió, principalmente por demandas del movimiento feminista y obrero.

En esta ocasión he escogido tres poemas de esta autora: Autodefinición, Alta mar y Mi alma, un fragmento de «Lo que no se ha dicho…»  que fue su último poema. Espero que te gusten. 

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Cuentos chilenos

 

María Teresa de las Mercedes Wilms Montt

María Teresa de las Mercedes Wilms Montt, nació el 8 de septiembre de 1893 en la ciudad de Viña del Mar en el seno de dos influyentes familias de la élite mercantil y política del Chile de los primeros años del siglo XX. Por este motivo, la educación de Teresa Wilms estuvo a cargo de estrictas institutrices, propios de esa época y aprendiendo los deberes propios de la búsqueda de un conveniente marido. Sin embargo, desde pequeña, se manifestó contraria a los valores y enseñanzas de su clase, que poco acomodaban a su espíritu libre y creativo.

Teresa escribió tempranamente, mostrando un gran talento en el piano, el canto y, especialmente, las letras. Posteriormente, con diecisiete años y contra la voluntad de sus padres contrajo matrimonio con Gustavo Balmaceda, relación de la que nacieron dos hijas. Los celos del marido y las persistentes inquietudes intelectuales de la joven socavaron muy pronto el matrimonio, marcando el inicio del destino errante y trágico de la escritora. Entre 1911 y 1914 la familia se trasladó a diversas ciudades, donde pasó períodos de mucha soledad que sin embargo resultaron muy fructíferos en el plano creativo: durante estos años se volcó a la escritura de sus diarios íntimos y sostuvo una estrecha amistad con influyentes artistas e intelectuales, como el poeta Víctor Domingo Silva. Durante su permanencia en Iquique dio a conocer sus escritos por primera vez en forma pública, bajo el seudónimo de "Tebac", y se adhirió a los ideales feministas y anarquistas. Testigo de esta excitación intelectual, Gustavo Balmaceda la envió de regreso a Santiago, donde quedó al cuidado de su familia paterna y, meses después, fue recluida en el Convento de la Preciosa Sangre. 

En 1916, tras un intento de suicidio producto del encierro forzoso, escapó hacia Buenos Aires. La llegada a esta ciudad le permitió abrazar la autonomía como mujer y como escritora. Comenzó colaborando con una revista. En 1917 publicó sus dos primeros libros. Su ópera prima, Inquietudes sentimentales, conjunto de cincuenta poemas con rasgos surrealistas, gozó de un éxito arrollador entre los círculos intelectuales de la sociedad bonaerense. Lo mismo ocurrió con su segunda obra, Los tres cantos, trabajo en el que exploró el erotismo y la espiritualidad.

 

En 1918 se trasladó a Madrid. Allí publicó otras dos obras, también ampliamente reconocidas por la crítica literaria española. De regreso en Buenos Aires, en 1919, publicó su quinto libro, titulado Cuentos para hombres que todavía son niños, en el que evocó su infancia y algunas experiencias íntimas, en narraciones de gran originalidad y fantasía. Luego continuó su viaje por Europa, visitando Londres y París, pero manteniendo siempre residencia en Madrid. El año 1920 se reencontró con sus hijas en París; pero tras la partida de ellas, enfermó gravemente. En esta crisis, consumió una gran dosis de Veronal y tras una larga agonía, falleció el 24 de diciembre de 1921. Tenía 28 años. En las últimas páginas de su diario, escribió: "Morir, después de haber sentido todo y no ser nada...".

 

Si quieres conocer otras anécdotas de esta escritora, te recomiendo leer Teresa Wilms Montt, la poeta chilena a la que encerraron en un convento tras acusarla de adulterio.


Cuentos cortos para adultos

Para esta ocasión he escogido del libro Cuentos para hombres que todavía son niños:  También para ellos y Caperucita Roja.  Espero que te gusten los Cuentos chilenos. Te recomiendo también que escuches El tapiz amarillo, una gran escritora con una biografía muy parecida a esta autora.

El lobo, uno de los mejores cuentos de Hermann Hesse

  Uno de los mejores cuentos de Hermann Hesse A continuación, te presento uno de los mejores cuentos de Hermann Hesse, El lobo , junto co...