jueves, 21 de noviembre de 2024

Poemas de amor de Jaime Sabines

 

La magia del amor en los poemas de Jaime Sabines

A continuación, te presento algunos poemas de amor de Jaime Sabines, destacado poeta y político mexicano, reconocido como uno de los grandes autores de la poesía mexicana del siglo XX (véase aquí su biografía)

Estos poemas de amor están disponibles en mi canal de YouTube, Carla Narraciones, donde puedes escucharlos narrados. Aquí te comparto algunos de los que más me han cautivado.


Poemas de amor

No es que muera de amor, muero de ti....

No es que muera de amor, muero de ti.

Muero de ti, amor, de amor de ti,

de urgencia mía de mi piel de ti,

de mi alma, de ti y de mi boca

y del insoportable que yo soy sin ti.

Muero de ti y de mí, muero de ambos,

de nosotros, de ese,

desgarrado, partido,

me muero, te muero, lo morimos.

Morimos en mi cuarto en que estoy solo,

en mi cama en que faltas,

en la calle donde mi brazo va vacío,

en el cine y los parques, los tranvías,

los lugares donde mi hombro

acostumbra tu cabeza

y mi mano tu mano

y todo yo te sé como yo mismo.

Morimos en el sitio que le he prestado al aire

para que estés fuera de mí,

y en el lugar en que el aire se acaba

cuando te echo mi piel encima

y nos conocemos en nosotros,

separados del mundo, dichosa, penetrada

y cierto, interminable.

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos

entre los dos, ahora, separados,

del uno al otro, diariamente,

cayéndonos en múltiples estatuas,

en gestos que no vemos,

en nuestras manos que nos necesitan.

Nos morimos, amor, muero en tu vientre

que no muerdo ni beso,

en tus muslos dulcísimos y vivos,

en tu carne sin fin, muero de máscaras,

de triángulos oscuros e incesantes.

Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,

de nuestra muerte ,amor, muero, morimos.

En el pozo de amor a todas horas,

inconsolable, a gritos,

dentro de mi, quiero decir, te llamo,

te llaman los que nacen, los que vienen

de atrás, de ti, los que a ti llegan.

Nos morimos, amor, y nada hacemos

sino morirnos más, hora tras hora,

y escribirnos y hablarnos y morirnos.

 

No es nada de tu cuerpo...

No es nada de tu cuerpo

ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,

ni ese lugar secreto que los dos conocemos,

fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.

No es tu boca -tu boca

que es igual que tu sexo-,

ni la reunión exacta de tus pechos,

ni tu espalda dulcísima y suave,

ni tu ombligo en que bebo.

Ni son tus muslos duros como el día,

ni tus rodillas de marfil al fuego,

ni tus pies diminutos y sangrantes,

ni tu olor, ni tu pelo.

No es tu mirada -¿qué es una mirada?-

triste luz descarriada, paz sin dueño,

ni el álbum de tu oído, ni tus voces,

ni las ojeras que te deja el sueño.

Ni es tu lengua de víbora tampoco,

flecha de avispas en el aire ciego,

ni la humedad caliente de tu asfixia

que sostiene tu beso.

No es nada de tu cuerpo,

ni una brizna, ni un pétalo,

ni una gota, ni un grano, ni un momento.

Es sólo este lugar donde estuviste,

estos mis brazos tercos.

 

Otros poemas para escuchar

Si te gustan poemas para escuchar, te recomiendo poemas de José Saramago, escritor portugués galardonado con el Premio Nobel de Literatura, además de ser un destacado defensor de los derechos humanos.


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